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Mitos y leyendas: ganesha, el dios elefante

Cada año, entre agosto y septiembre, millones de personas en el mundo llevan a cabo el Ganesh Chaturthi , una celebración que rememora el nacimiento de Ganesha, el dios elefante. 

El señor de los buenos inicios y de las transiciones es considerado una de las divinidades más importantes del hinduismo, además atrae buena fortuna, sabiduría y prosperidad a quienes invocan su ayuda.

Su importancia se ve reflejada en la suntuosidad de su festejo, una verdadera fiesta nacional en India –es evocado también en Pakistán, Nepal, Sri Lanka, Camboya, Laos, Japón y Vietnam–, durante la que cientos de ídolos con la forma del dios, hechos en barro y yeso, son llevados por los devotos al río más cercano para sumergirlos.

Famoso paquidermo

Para los estudiosos del hinduismo, la popularidad de Ganesha resulta un fenómeno muy interesante; sin importar el ritual que se quiera realizar ni a qué dios esté dirigido, siempre se le invoca primero a fin de pedirle su bendición.

Su figura suele adornar las entradas de los templos para evitar que los indignos entren, y a su vez alejar las dificultades en el camino de los fieles. Pero su presencia no se limita al ámbito religioso, es una figura común en la vida diaria.

Así, también franquea las puertas de los comercios y los caminos; es llamado cuando una pareja se va a casar o se inicia un negocio, pero también cuando se emprende un viaje o cualquier nuevo plan.

Su culto se remonta a entre los siglos V y IV a. C. Otros dioses, como Visnú, datan de hace más de 3,000 años; por ejemplo éste es mencionado en el Rigveda, el más antiguo de los textos religiosos del mundo, escrito hace unos 1400 a 1100 años a. C. 

Perder la cabeza

Numerosas son las versiones que aluden a su vida. Algunos pasajes están escritos en sus libros principales, el Ganesha Purana y el Sri Ganapati Atharvashirsha; otros provienen de textos menores o de la tradición oral.

El relato mítico más famoso es el de su nacimiento, que además explica la razón de la enorme cabeza con forma de elefante en un cuerpo humano, su principal característica.

Según la tradición, él es hijo de la hermosa diosa Parvati, símbolo del amor maternal, y de su consorte Shivá, el dios destructor.

Shivá se había alejado desde hacía mucho tiempo para orar, y su mujer, al hallarse sola, decidió crear a un hijo para que custodiara la entrada a sus aposentos. De la pasta de especias que usaba para perfumar y limpiar su cuerpo, formó a un hermoso niño.

Sin embargo, un día, mientras el pequeño cumplía su tarea de guarda, apareció de improviso Shivá. Sin que ninguno de los dos se conociera, el joven le negó la entrada y ambos se mezclaron en una disputa en la que al final el dios sacó su espada y le cortó la cabeza, arrojándola lo más lejos que pudo.

Parvati salió ante el escándalo y vio el cuerpo decapitado de su vástago, por lo que enloqueció transformándose en la sanguinaria diosa Kali.

Furiosa, comenzó a destruirlo todo y a generar el caos en el Universo. Los otros dioses urgieron a Shivá a devolver la cabeza al muchacho, pero la había aventado con tanta fuerza que jamás pudo encontrarla. 

Al final, Shivá ordenó a sus sirvientes que trajeran la cabeza del primer animal que encontraran dormido, el cual resultó ser un pequeño elefante. Luego de colocársela sobre el cuello, le regresó la vida al joven, y lo convirtió en el líder de sus tropas, bajo el nombre de Ganesha. Se dice que fue Parvati quien pidió, en compensación para su hijo, la bendición de que la gente lo adorara e invocara su nombre antes de iniciar cualquier empresa.

En otra de las leyendas, la pérdida brutal se debe a un descuido de su madre, que deseosa de que todos los dioses apreciaran la belleza de su hijo, presionó al señor Shani, la encarnación del planeta Saturno, para que lo viera. Aunque éste le advirtió que si lo hacía podría hacerle daño al pequeño, ella insistió. En cuanto Shani puso sus ojos sobre él, la cabeza del recién nacido estalló. Para calmar a Parvati de su pena, el dios Visnú unió al cuerpo del infante la cabeza de un paquidermo.

Astucia sobre físico

Mención aparte merece el resto de su fisonomía, la cual presenta a un joven robusto (puede recordar el cuerpo de un elefante) con un enorme vientre que le cuelga y cuatro o más brazos, símbolo de su carácter divino.

En algunas historias su cuerpo obeso le significa ciertas desventajas que pueden suscitar situaciones cómicas, mas se ven compensadas por su inteligencia y agilidad mental.

Se le considera el dios de la sabiduría, relacionado con el aprendizaje y el estudio, por lo que simboliza el actuar tras el pensamiento, esto a diferencia de su hermano Skanda o Karttikeya, deidad de seis cabezas que monta sobre un pavo real, patrono de las acciones sin consideración previa.

Sin embargo, frente a Ganesha su agilidad física de poco le sirve, como se aprecia en varias leyendas en las que ambos compiten por un premio. En una, deben decidir quién de los dos se casará con las doncellas Buddhi (inteligencia) y Siddhi (prudencia).

Acuerdan que el primero que circunnavegue la Tierra será el ganador. Mientras el atlético Karttikeya empren de la aventura a pie, Ganesha se sienta en su casa a estudiar escrituras sagradas. Al hacerlo pudo conocer todo el mundo en menos tiempo que su hermano, quien al volver se encuentra con que el astuto Ganesha ya había desposado a las damas.

Se desconoce con precisión el porqué entre todos los animales se eligió al elefante como distintivo de esta deidad; sólo se cree que son sus representantes en la Tierra y por tanto son venerados. 

Muy Interesante. 

 

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