Nuestro estilo de vida tienen un impacto en el ambiente y la huella de carbono es la manera de cuántificarla… así como el inicio para poner manos en acción.
Por Marissa Espinosa Gutiérrez. Hablar de una “huella de carbono” parece algo distante porque parece incuantificable; incluso muchas veces no sabemos cómo esto impacta directamente en el medio ambiente. Regularmente escuchamos que son las grandes corporaciones las que emiten la mayor huella y, aunque esto sea cierto, cada uno de nosotros también deja una según nuestros hábitos y costumbres, por lo que también es posible conocerla y disminuirla. Pero vayamos por el principio.
¿Qué es una huella de carbono?
Una huella de carbono busca medir la totalidad de gases de efecto invernadero (GEI), en su mayoría, dióxido de carbono (CO2) emitidos por personas, empresas o al generar un producto o servicio. Cuando son liberados al ambiente acumulan más calor debajo de ellos que el que liberan, lo que contribuye al aumento de la temperatura en la tierra y todas sus consecuencias.
Mide tu huella de carbono
Los productos que compramos, lo que comemos y de dónde vienen, las veces que utilizamos un auto o el transporte público… Cada elección que tomamos día a día puede contribuir a minimizar nuestra propia huella y ayudar al ambiente.
Conoce tu huella de carbono en midetuhuella.org, un sitio donde mediante un cuestionario reflexivo conoces el impacto que dejas cada día en el planeta, y cuántas Tierras serían necesarias para la humanidad si todos viviéramos como tú.
Manos a la obra
Todos tenemos podemos contribuir a disminuir los GEI, y por lo tanto nuestra huella. Una de las maneras es lograr un consumo sostenible, donde el crecimiento económico no esté basado en la degradación medioambiental y se aumente la eficiencia de los recursos. Para influir como individuos a que este tipo de desarrollo sea una realidad, un inicio es encontrar un estilo de vida menos contaminante.
Decisiones alimentarias como evitar comprar comida enlatada o con envolturas, moderar el consumo de carnes y lácteos, así como comprar productos orgánicos y de un origen responsable, causan un impacto en la forma de producción si los usuarios eligen opciones más amigables con el ambiente. Utilizar el transporte público, compartir un auto o caminar, también ayudan. Reciclar y reparar en vez de tirar y comprar.
Las opciones para impactar de manera positiva existen, solo es necesario conocer los aspectos de nuestra vida que pueden ayudar a influir en la búsqueda de la sostenibilidad.
MUY INTERESANTE.
