Por: Cortesía

Meme, twitter, freelance y otras palabras inventadas por escritores famosos

Estas 10 palabras inventadas por escritores famosos demuestran que el lenguaje está vivo y abierto a recibir términos nuevos de todos lados.

Es difícil imaginarse la literatura sin el trabajo de William Shakespeare. En tan solo un par de décadas, el “Bardo de Avon” escribió cientos de textos, tragedias y poemas cuya importancia y lectura perduran hasta nuestros tiempos. Curiosamente, una de las aportaciones menos conocidas del autor de ‘Macbeth’ es la enorme cantidad de palabras que aportó a la lengua inglesa, desde “academia” (academe), “asesinato” (assassination) y “crítico” (critic) hasta “adicción” (addiction), “amanecer” (dawn) y “chismes” (gossip). Curiosamente, estas no son las únicas palabras inventadas por escritores famosos.

10 palabras inventadas por escritores famosos

A lo largo de la historia, autores de todas las partes del mundo pusieron en práctica su imaginación y ofrecieron a los lectores palabras nuevas que llegaron a los diccionarios y se instalaron en el vocabulario de millones de personas.

Aquí te presentamos 10 palabras conocidas en el entorno contemporáneo que quizá no sabías que fueron inventadas por escritores famosos.

Bisexual

Puede que el poeta, crítico y filósofo inglés Samuel Taylor Coleridge no sea uno de los autores más leídos hoy en día. Sin embargo, su obra está repleta de palabras que las personas seguimos utilizamos a casi dos siglos de su muerte. Entre ellas destacan “psicosomático” (pyschosomatic) y “bisexual”, que empleó en su obra ‘Aids to Reflection’ de 1825 para describir a una persona que posee ambos órganos sexuales. 89 años después, la palabra comenzó a ser usada para referirse a alguien que se siente atraído tanto por hombres como por mujeres.

Bomba atómica

El escritor británico H.G. Wells no solo concibió el nombre de una de las armas más peligrosas creadas por el hombre, también inspiró la fabricación de esta. En su libro ‘The World Set Free’ de 1914, Wells tomó como base los estudios científicos de William Ramsay, Ernest Rutherford y Frederick Soddy para diseñar un arma con “poder infinito” a la que llamó “bomba atómica”. No mucho tiempo después, el objeto imaginado por el también autor de ‘La guerra de los mundos’ se convirtió en una terrible realidad. Incluso recibió el mismo nombre que ya había sido impreso en libros a principios del siglo XX.

Freelance

La novela romántica ‘Ivanhoe’ de Sir Walter Scott fundó los cimientos del mito moderno de Robin Hood y, de paso, dio nombre a una condición laboral sin mayores beneficios ni compromisos que el pago por un trabajo realizado. En la obra escrita en 1820, el escocés planteó la existencia de mercenarios libres de toda lealtad que se ponían al servicio de cualquiera que pudiera pagarles por usar sus lanzas. De la mezcla de las palabras “libre” (Free) y “lanceros” (Lancers) surgió el término que hoy reciben aquellos que trabajan para un empleador, sin tener base, ni recibir prestaciones.

Nerd

Es por todos conocida la insuperable capacidad del Dr. Seuss, pseudónimo del escritor estadounidense Theodor Seuss Geisel, para contar historias fantásticas a través de rimas. Pero lo que muy pocos saben es que el creador de ‘El Grinch’, ‘El Lorax’ y ‘El gato en el sombrero’ también es responsable de la existencia de la palabra “nerd”. En su libro ‘If I Ran the Zoo’ de 1950, un pequeño niño cuenta que le gustaría tener “un Nerkle, un Nerd y un Seersucker” en un zoológico hipotético. Aunque la palabra describía a un ser imaginario del mundo de Seuss, esta fue apropiada casi inmediatamente por universitarios para referirse a un joven con una inteligencia superior, pero sin muchas habilidades sociales. Un año después, la revista Newsweek compartió tal acepción con el mundo.

Meme

El biólogo británico Richard Dawkins intentó explicar la evolución de las especies desde el punto de vista de los genes en ‘El gen egoísta’, publicado en 1976. Si bien, esto ya es lo suficientemente creativo para considerarlo una hazaña, Dawkins también ideó una palabra que más de cuarenta años después resuena por todo el internet: “meme”. En el texto, el catedrático de Oxford consideró que las ideas y pensamientos de las personas, así como la cultura, podían replicarse fácilmente a través de un proceso que no necesita más que el entendimiento colectivo; una especie de mimetización intelectual. Tras recurrir a la palabra en griego para este proceso –mimeisthai–, Dawkins decidió condensarla para que sonara lo más cercana a “gen” (gene). Así fue como nació la palabra “meme”, que hoy se ocupa para referirse a materiales de poca profundidad que se comparten fácilmente a través de la red.

Pandemónium

Si buscamos la palabra “pandemónium” en el diccionario de la Real Academia Española, la encontraremos como la definición de un lugar en el que hay mucho ruido y confusión. En 1667, John Milton utilizó por primera vez la unión de los vocablos griegos “pan” (todo) y “daimonion” (demonio) para nombrar a la capital del infierno, hogar del personaje principal de su poema ‘El paraíso perdido’. Esto significaría que, aunque Pandémonium ya no se refiere a la localidad de Satán y los ángeles caídos, la palabra continúa siendo utilizada para describir un lugar infernal.

Quark

Una de las cosas que complican leer la obra de James Joyce es la facilidad con la que el escritor irlandés inventaba palabras y las incrustaba en sus oraciones. Por ejemplo, en las primeras páginas del capítulo 4 del segundo libro de su novela ‘Finnegans Wake’, Joyce empleó la palabra “quark” para referirse al grito de una gaviota. Esto no tendría mayor relevancia de no ser porque, en 1964, el físico estadounidense Murray Gell-Mann decidió usar esta palabra para nombrar a las únicas partículas que logran interactuar con las cuatro fuerzas fundamentales. Desde entonces, la invención de Joyce puesta en sus oraciones para formar una rima tiene un poco de sentido, al menos en el apartado científico.

Robot

1920. El dramaturgo checo Karel Čapek está a punto de terminar una de sus obras más importantes: ‘RUR’, en la que describe a unos humanos creados artificialmente para cumplir con las tareas de las personas que en algún momento se revelan contra sus creadores. El nombre que Čapek le había dado a estos seres era “labori”, proveniente del latín “labor”, que significa trabajo. Sin embargo, su hermano Josef no estuvo muy convencido y le propuso cambiar el nombre a “roboti”, inspirado por la palabra checa “robota”, utilizada para referirse a la “servidumbre” o el “trabajo duro”. El resto es historia.

Twitter

Una de las piezas más importantes de la literatura inglesa también dio origen al nombre de una de las redes sociales más relevantes de la historia. Se trata de ‘Los cuentos de Canterbury’, colección de 24 relatos escritos por el poeta Geoffrey Chaucer. En una de sus páginas, el inglés ocupa la onomatopeya “Twitter” para referirse al canto ligero que hace un pájaro enjaulado para clamar libertad. El neologismo fue aceptado por el diccionario Oxford poco después y, ya en la primera década de este siglo, Jack Dorsey lo utilizó para llamar a los mensajes cortos y frecuentes de su ahora famosa plataforma de mensajería instantánea. Eso también explica porqué el logo de Twitter es un pájaro.

Utopia

Aunque proviene del latín “uhtopus”, la palabra “utopia” fue utilizada por primera vez con el significado que todos conocemos en 1516. En ese año, el teólogo Thomas More se inspiró en las narraciones del “Nuevo Mundo” para imaginar una isla donde todo funcionaba en armonía y correctamente. Este lugar, por cierto, recibiría el nombre de “Utopía”. Con la popularización de la obra del londinense, la gente comenzó a utilizar el vocablo para referirse a escenarios o pensamientos perfectos de difícil realización.

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