Por: Cortesía

Leer en papel es mejor para la comprensión lectora que hacerlo en pantalla

Leer en papel refuerza el aprendizaje de estudiantes, en contraste con las alternativas digitales por las que se optaron en la pandemia.

La fuerza ecualizadora de la pandemia obligó a la educación a virar hacia otros horizontes. Quienes tuvieron la oportunidad de hacerlo, pudieron migrar el salón de clases a la modalidad virtual. Sin embargo, poca de la experiencia académica pudo realmente traspasarse a las pantallas digitales. Tal parece que leer en papel se sigue imponiendo como la alternativa que promueve procesos cognitivos más duraderos y sanos.

Leer en papel o en formatos digitales: ¿cuáles son las diferencias?

Para dar seguimiento a las clases, profesores de todo el mundo tuvieron que adaptar sus materiales a las plataformas digitales. Algunos de los recursos más empleados fueron los textos en línea: archivos en PDF, audiolibros, podcasts y otras alternativas florecieron como la manera de solventar esta necesidad de aprendizaje.

Sin embargo, el esquema a distancia compensó muy poco la capacidad de retención de las y los alumnos en todo el mundo, según un nuevo estudio. Todo apunta a que las alternativas digitales no son suficientes para que las personas puedan recordar y aprender la información a cabalidad.

El principio detrás de esto se remonta a la cognición humana. A pesar de que las producciones multimedia son efectivas para ciertos casos, la comunicación electrónica no debería de ser la base de la educación, según destaca en su publicación para The Conversation Naomi S. Baron, profesora de Lingüística Emérita de la American University.

Parece ser que escuchar y ver contenido no es tan efectivo como leer la palabra escrita, menos aún si no es en un formato físico. A pesar de tratarse del mismo material, las personas involucradas en el estudio mostraron aprender más y mejor cuando se enfrentaban a textos impresos. Ésta es la razón.

¿Cuánto cambia la lectura digital de la impresa?

Las personas son capaces de comprender mejor la información e identificar la idea principal de un texto al leer en papel. La abstracción de conceptos mejora, así como la realización de inferencias a partir de algún artículo. Asimismo, los expertos se percataron de que las personas se acuerdan de más detalles, como el color de cabello de un personaje.

Según Baron y su equipo, este comportamiento no se observó para los lectores en pantalla. A pesar de la creencia generalizada de que la información es la misma y que no importa cómo se presente, parece ser que estos dos son puntos nodales a favor de la lectura impresa.

Su investigación se basó en proponer a estudiantes de secundaria y universidad leer en papel. Al terminar un texto, les preguntaban con qué alternativa sentían que habían entendido mejor el contenido. La vasta mayoría estuvo de acuerdo con que la opción impresa les había ayudado más.

Aunque no participó en el estudio, el investigador en lectura digital de la Universidad de Valencia Pablo Delgado destaca que las alternativas digitales promueven la distracción: “Es lo que llamamos mind wandering (distracción de la mente), que es lo contrario del mindfulness o atención plena”.

¿Adiós para siempre al multimedia?

Los resultados de la investigación de Baron señalan que las personas recuerdan mejor lo que leyeron según qué tan avanzado estaba el libro, o en dónde estaba la página con la información necesaria. Esta posibilidad no la ofrecen las plataformas digitales. Por el contrario, parece ser que se lee con menos detenimiento.

Esto es así, según la experta, por una “hipótesis superficial”. Esta teoría señala que las personas se acercan al material en línea con una mentalidad adaptada a las redes sociales. Por esta razón, no leen con el mismo detenimiento que lo hacen con un texto impreso, que difícilmente tiene un botón de “compartir”.

A pesar de que las aulas investidas se valieron de podcasts y videos para solventar las necesidades de los cursos, es una realidad que las y los estudiantes aprenden más al leer en papel. Esto no quiere decir que las alternativas sean menos efectivas para otros fines, como el entretenimiento o el ocio.

Aún así, el audio y el video resultan más atractivos que el texto. Quizás, según el equipo de Baron, el verdadero reto al que se enfrenta la educación en la actualidad es en mantener el enfoque mental del alumnado, cada vez más disperso por la oferta infinita de contenido que tienen literalmente al alcance de las manos.

MUY INTERESANTE. 

 

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