Por: Cortesía

Lady Evelyn, la primera mujer que vio las maravillas de la tumba de tutankamón

El hallazgo de la tumba de Tutankamón es considerado un hito en la historia de la egiptología, y Lady Evelyn fue la primera mujer en ingresar a ella.

En noviembre de 1922, Lady Evelyn Leonora Almina Herbert se convirtió en la primera mujer en entrar a la tumba del faraón Tutankamón. La fecha, que se aproxima a cumplir un centenario, es considerada un hito en la historia de la egiptología y de la humanidad.

La cámara donde descansaron los restos del llamado “Rey Niño”, por su llegada al trono con tan sólo 12 años, escondía objetos, historias y secretos de los que tuvo conocimiento antes que nadie la hija de un aristócrata británico. 

¿Quién era y cómo llegó Lady Evelyn a Tutankamón?

Nacida en Inglaterra el 15 de agosto de 1901, la joven de entonces 21 años era hija de George Herbert de Carnarvon, conocido como Lord Carnarvon, un mecenas que financió excavaciones en varios puntos de Egipto, la más conocida de ellas en el Valle de los Reyes donde se ubica la tumba de Tutankamón.

Como hija de un entusiasta de la arqueología, Lady Evelyn pasó su niñez y juventud entre ruinas y tiendas de antigüedades en las que se surtía la familia para regresar de Egipto a Inglaterra con nuevas y formidables piezas. 

En uno de sus recurrentes viajes, su padre contrató al egiptólogo Howard Carter, quien se convertiría en su principal protegido y buscador de míticos tesoros en el país. Precisamente, fue así como los Carnarvon estuvieron al tanto, desde su residencia en Inglaterra, sobre las investigaciones.

Cuando los resultados parecían cada vez más lejanos y el respaldo financiero se acababa, Howard y su equipo cumplieron el objetivo y encontraron la tumba del “faraón niño”, que rápidamente le comunicaron al Lord y a la Lady Evelyn. 

El hallazgo de Tutankamón

La historia de la humanidad cambiaría el 4 de noviembre de 1922, cuando en un telegrama Howard le comunicó a Carnarvon:

“Por fin hemos hecho un descubrimiento maravilloso en el Valle; una magnífica tumba con sellos intactos; recubierta de nuevo por su llegada; enhorabuena”.

Al recibir la noticia, George Herbert de Carnarvon y su hija emprendieron un viaje de regreso a Egipto, país al que llegaron el 24 de noviembre. Ese día se limpió el acceso principal a la tumba para que el mecenas viera los frutos de su dinero invertido.

Cuando se despejaron las escaleras principales, los visitantes del histórico recinto identificaron un sello que, según las normas  de la época, no podían traspasar sin la autorización del Consejo Supremo de Antigüedades. 

A pesar de las normas, los Carnarvon ingresaron entre el 26 y 28 de noviembre junto a Howard Carter y se deslumbraron con los objetos hallados que incluían reliquias y piezas de oro. 

Al recibir la noticia, George Herbert de Carnarvon y su hija emprendieron un viaje de regreso a Egipto, país al que llegaron el 24 de noviembre. Ese día se limpió el acceso principal a la tumba para que el mecenas viera los frutos de su dinero invertido.

Cuando se despejaron las escaleras principales, los visitantes del histórico recinto identificaron un sello que, según las normas  de la época, no podían traspasar sin la autorización del Consejo Supremo de Antigüedades. 

A pesar de las normas, los Carnarvon ingresaron entre el 26 y 28 de noviembre junto a Howard Carter y se deslumbraron con los objetos hallados que incluían reliquias y piezas de oro. 

Sin embargo el área más preciada, el sarcófago donde descansaba el faraón Tutankamón se encontraba sellada y custodiada por dos estatuas del “rey niño”, pero esto no fue impedimento para que a través de un pequeño espacio se colara Lady Evelyn.

De acuerdo con un diario de su hermano, en esa ocasión la joven Carnarvon se convirtió en la primera mujer en entrar a la mítica tumba. 

La muerte de la Lady Evelyn

Lady Evelyn, entonces aficionada a la egiptología, realizó una serie de viajes entre Inglaterra y el Valle de los Reyes junto a su padre, quien falleció el 6 de abril de 1923, de manera repentina. 

Algunos aseguran que fue producto de una maldición por ingresar a la tumba del faraón Tutankamón, mientras que otras versiones apuntan a una infección por picadura de un mosquito.

El hecho marcó el fin de las continuas expediciones de Lady Evelyn a la tumba del “rey niño”, pues decidió establecerse en Inglaterra; desde donde se mantuvo al tanto de las expediciones de Howard Carter.

La mujer murió en 1980 y fue enterrada en Putney Vale, el mismo cementerio que el arqueólogo al que le confió su familia el hallazgo de Tutankamón.

MUY INTERESANTE.

 

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