Por: Cortesía

La hibernación inducida podría ser la próxima gran técnica para que los astronautas viajen por el espacio

Un grupo de científicos aplicó la hibernación inducida en ratones para estudiar sus efectos y aplicarlos en un futuro en seres humanos.

Viajar por el espacio es uno de los grandes sueños que persiguen los científicos, pero ello implica muchos retos. Uno de ellos es la manera en que los astronautas podrán soportar los meses de viaje y las repercusiones que esto pueda tener física y mentalmente. Para ello, un grupo de científicos de la Universidad de Washington en St. Louis (EE. UU.) hizo experimentos acerca de la hibernación inducida y su efecto en los seres vivos.

Mediante el uso de tecnología de pulso ultrasónico, estos expertos consiguieron el estado de hibernación inducida artificialmente en un grupo de ratas y ratones. Este estado se llama “torpor”, en el que animales como aves y algunos mamíferos ralentizan su metabolismo, temperatura corporal y frecuencia cardiaca para conservar la energía y soportar condiciones ambientales extremas. Esto podría permitir los viajes espaciales de larga duración en el futuro.

Así es como lograron que los ratones entraran en estado de hibernación

Los científicos lograron inducir un estado similar a la hibernación reversible en ratones y ratas después de lanzar pulsos de ultrasonido a las cabezas de los roedores. Esta técnica se llama “hipotermia inducida por ultrasonido” o UIH, la cual “representa un avance tecnológico significativo en la evocación del letargo artificial”, según comentan los autores que publican su estudio en la revista Nature Metabolism.

En 2020, los científicos encontraron un conjunto de neuronas en el hipotálamo que permite que los ratones entren en letargo. También vieron que podían estimularlos con señales luminosas o químicas para inducir la hibernación.

Para el actual experimento, los dispositivos de ultrasonido generaban ondas de sonido de alta frecuencia en una parte específica del cerebro, con breves ráfagas de estos ultrasonidos. Esto logró que los ratones entraran a un estado similar a la hibernación. Sus frecuencias cardiacas disminuyeron en un 47 por ciento. El aumento de la presión acústica y la duración del ultrasonido dieron como resultado una temperatura corporal más baja y un metabolismo más lento.

¿Esto podría servir en humanos?

El estudio revela que la técnica “revela el gran potencial de la tecnología de interfaz de ultrasonido-cerebro para la inducción precisa y no invasiva de UIH”. Pero, ¿podríamos usarlo en seres humanos? Además de que sería muy útil para que los astronautas soporten los largos viajes espaciales, esto también sería una herramienta perfecta para cirugías, por ejemplo durante emergencias médicas.

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