Por: Cortesía

La familia bender: los asesinos seriales que aterrorizaron el salvaje oeste y luego desaparecieron

Al principio nadie reparó en que después de la llegada de la familia Bender, muchas personas comenzaron a desaparecer.

La familia Bender no es parte de ninguna leyenda del Salvaje Oeste Americano. Su historia es tan real como los sangrientos crímenes que cometieron. La historia de esta familia comienza en 1870 cuando John Gebhardt y John Bender llegaron al municipio de Osage, en el extremo sureste de Kansas, para reclamar una parcela, que era un terreno que el gobierno de los Estados Unidos otorgaba a cualquiera que quisiera asentarse en ella y trabajarla para su beneficio.

Nadie sabía nada sobre el pasado de los hombres, pero no vieron en ellos ningún peligro. Los Bender construyeron una pequeña cabaña de una sola habitación junto a un arroyo en el condado de Labette. A ellos se les unieron la esposa de John Bender, Ma Bender, y su hija, Kate.

Durante algún tiempo su casa sirvió como estación de paso para viajeros que transitaban por ese territorio solitario. Al mismo tiempo, Ma Bender obtenía algo de dinero gracias a sus supuestas dotes de médium. Ello le permitía ofrecer servicios de sanadora espiritual y como alguien que podía contactar con los muertos.

Al principio nadie reparó en que después de la llegada de los Bender, muchas personas comenzaron a desaparecer. Sin embargo, como se trataba de un territorio abandonado y cercano a la frontera, las personas podían desaparecer sin que nadie los echara en falta hasta después de mucho tiempo.

Las primeras sospechas

William York, hermano del político de Kansas Alexander York, desapareció en marzo de 1873. Como ocurre cuando un familiar de alguien importante desaparece, comenzó una inmediata movilización para dar con su paradero.

Un grupo de búsqueda dirigido por Alexander York entrevistó a los Bender en su cabaña el 4 de abril de ese año. Llamó su atención su carácter extraño y hostil, pero York no encontró pruebas que le hicieran sospechar de ellos. Cuando se marcharon, Kate ofreció sus servicios de médium a York para ayudarle a encontrar a William.

Esa noche, York y Leroy Dick, el administrador del municipio, decidieron registrar todas las cabañas del municipio, para averiguar más cosas sobre los Bender.

Encuentro con el horror

Cuando las autoridades regresaron a la cabaña de los Bender se percataron de que la familia se había ido. Pero esto no fue lo peor, sino lo que hallaron en el sótano: en medio de un terrible hedor encontraron una masa de restos humanos en descomposición; se descubrieron más cuerpos enterrados en el huerto y otro cadáver, nunca identificado, en su pozo. En total, se recuperaron 11 cadáveres.

La noticia de los crímenes de los Bender se regó como la pólvora.

Llamó la atención de la prensa de la época que no se tratara de un solo asesino, sino de una familia entera confabulada para asesinar a inocentes. También fue escandaloso que una mujer como Kate, que ayudaba a sus clientes mediante sus habilidades de médium, formara parte de este museo de los horrores.

La justicia comenzó a seguir las pistas para encontrar a la familia de asesinos a la que la prensa bautizó como "Bloody Benders".

Testigos presenciales informaron de que vieron los fugitivos escapar en tren: mamá y papá a Misuri, y Kate y John a Texas. Estos últimos fueron vistos en Denison, Texas, antes de reunirse con la pareja mayor en Red River Station.

Desde allí, la familia se trasladó hacia el oeste, al Territorio Indio. Allí se establecieron, según los lugareños que informaban regularmente de su paradero. El territorio elegido por los Bender les sirvió de refugio, pues ladrones, asaltantes, delincuentes y pistoleros vivían en las cercanías, por lo que la justicia prefería mantenerse lejos.

De esa manera, los Bender nunca fueron capturados y sus crímenes forman parte imborrable de la crónica negra de los Estados Unidos.

MUY INTERESANTE.

 

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