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La directora general del Libro espera que Ebiblio recupere todas sus funciones en unas semanas

María José Gálvez asegura que la biblioteca digital nunca ha dejado de atender "el corazón" de su servicio.

La directora general del Libro del Ministerio de Cultura y Deportes, María José Gálvez, ha expresado su confianza en que todas las funciones y los contenidos de la biblioteca digital Ebiblio vuelvan a estar operativas en las próximas semanas y ha recordado que "el corazón del sevicio" ha estado siempre a salvo: "Ebiblio nunca ha dejado de servir para miles de españoles puedan leer respetando los derechos de autor, estén donde estén".

Gálvez contesta así a las críticas de los usuarios de EBiblio, que desde el pasado mes de diciembre denuncian en foros y redes sociales el deterioro en el servicio: incompatibilidades, memorias perdidas, funciones como el subrayado o el marcapáginas inaccesibles... Entre noviembre y diciembre, Ebiblio estuvo suspendido 13 días por motivos técnicos. Hasta ese momento, la valoración del servicio era muy alta en las encuestas de uso. Desde entonces, el descontento es evidente.

Esta mañana, publicó los motivos por los que Ebiblio se había convertido en un problema. El pasado mes de septiembre concluyó la contrata con la compañía tecnológica Odilo que había puesto el soporte informático de la biblioteca. Cuando se convocó el concurso, la empresa recurrió las bases por considerar que la inversión prevista por el Estado era insuficiente y porque juzgaba que las condiciones no tenían la transparencia necesaria. Al término del concurso, Cultura eligió la oferta de otra empresa, la compañía Libranda (filial del grupo canadiense De Marque), que durante los últimos años ha surtido de contenidos a EBiblio y cuya especialidad es la distribución y no la tecnología.

Gálvez puntualiza que Libranda sí tiene experiencia en el software. En 2014 se encargó del soporte de Ebiblio durante un año. La directora del Libro también explica que la dotación del concurso no es inadecuada. La prueba, en su opinión, es que dos empresas presentaran sus ofertas dentro de las partidas previstas. Libranda hizo una oferta por una cuantía de 69.000 euros sin IVA y Odilo hizo una oferta por una cuantía de 78.400 euros sin IVA. En Odilo explican que concursaron porque, de lo contrario, no estarían autorizados a presentar recurso. Además, Gálvez asegura que el concurso se ha ceñido a los criterios de transparencia de la Junta de Contratación Centralizada del Gobierno y recuerda que los dos recursos de Odilo (a las bases y a la resolución del concurso) han sido rechazados. Gálvez sostiene que ese rechazo es firme, en contra de la versión del denunciante, que asegura que la respuesta a sus recursos la ha dado una responsable técnica del Ministerio de Cultura.

La cuestión de los recursos es importante. Según Gálvez,los dos recursos de Odilo han entorpecido la transición tecnológica entre un servidor y el otro; a versión de la empresa es que amplió voluntariamente su contrato anterior hasta los 51 días que les pidió el Ministerio para así ayudar a que no se quedaran los usuarios sin servicio. La Dirección General del Libro también puntualiza que la Generalitat de Catalunya no ha sido expulsada del programa Ebiblio, como han denunciado los responsables de su Servicio de Bibliotecas, sino que eligió desarrollar su propio sistema.

EL CULTURAL.

 

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