Por: Cortesía

Héctor Cabrera, el científico mexicano que reconoció ser espía del gobierno ruso

Esta es la historia del científico mexicano que enfrentará una pena de hasta 10 años de prisión tras confesar ser un espía del gobierno ruso.

La historia de Héctor Cabrera Fuentes no pertenecía al mundo de las películas de intriga, sino al de los libros de superación personal. Oriundo de una de las zonas más pobres del país, el oaxaqueño rompió toda barrera impuesta por la sociedad y sumó logros destacados en los últimos años. Sin embargo, el rostro y nombre del mexicano no se hicieron conocidos en todo el mundo por su brillante carrera como científico, sino por su trabajo como espía del gobierno ruso en territorio estadounidense.

Sí, de ser el ‘poster boy’ del que todo gobierno se enorgullecería (de hecho, hasta hace unos días, el Instituto de los Mexicanos en el Exterior lo enlistaba como uno de los connacionales más destacados sirviendo en el extranjero), Héctor Cabrera Fuentes se convirtió en la inspiración perfecta para una cinta de espionaje internacional. Así fue como pasó eso.

¿Quién es Héctor Cabrera Fuentes?

Nacido en 1985 en el municipio de El Espinal del Istmo de Oaxaca, Héctor Alejandro Cabrera Fuentes inició su brillante carrera escolar en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP). Ahí obtuvo una beca para estudiar en Rusia, donde se desarrolló en el campo de las enfermedades cardiovasculares.

Durante los siguientes años, Cabrera Fuentes comenzó a destacarse en el área por méritos propios. Tras obtener una maestría en Microbiología Molecular de la Universidad de Kazán (Rusia) y un doctorado en Cardiología Molecular por la Universidad de Giessen (Alemania), el mexicano se consagró como una de las grandes promesas hispanas de la medicina.

Recibió el premio W.H. Hauss de la Sociedad Alemana de Investigación en Aterosclerosis en 2014 y el premio Servier de la Sociedad Internacional para la Investigación del Corazón en 2016. A finales de la década de los 2010, Héctor Cabrera Fuentes ejercía como jefe de la red de laboratorios de investigación sobre enfermedades del corazón Kazan-Giessen en Singapur.

Además tenía una familia en México y el apoyo de todo un país. “Nací en un lugar donde la gente tiene que trabajar duro para tener una vida mejor y con ese mantra he llegado adonde estoy“, escribió en 2017. Entonces llegó su arresto.

¿Cómo terminó un científico mexicano convertido en espía ruso?

El 17 de febrero de 2020, Héctor Cabrera Fuentes fue arrestado en el Aeropuerto Internacional de Miami antes de tomar un vuelo hacia la Ciudad de México. Estaba acompañado por su esposa y su hija.

Horas después de su primer interrogatorio, el mexicano confesó algo que las autoridades estadounidenses ya sospechaban: era un espía ruso. Según indica la investigación del FBI sobre el mexicano, Cabrera Fuentes fue reclutado por el gobierno de Vladimir Putin en algún punto de 2018. Si bien sus primeros contactos con funcionarios rusos se dieron mientras estudiaba en Kazán, fue hasta ese momento que se vio obligado a trabajar para ellos.

La razón resultó aún más sorprendente. Hector Cabrera tenía otra esposa y dos hijas más en Rusia. Se había casado bajo el rito musulmán y mantenido a su familia en secreto. Las cosas se complicaron cuando sus tres familiares fueron retenidas por fuerzas rusas. “Nos podemos ayudar mutuamente“, dijo un burócrata a Cabrera de acuerdo con sus declaraciones a entidades americanas. Después recibió su primera misión.

La primera misión del espía mexicano ruso

Reclutado por el Servicio de Inteligencia Ruso, Héctor Cabrera Fuentes tenía una misión clara: esperar hasta que fuera necesario. A principios de 2019, el mexicano recibió sus primeras instrucciones. Tenía que identificar el vehículo de un oficial del gobierno de Estados Unidos y capturar toda su información, desde su número de placa hasta la dirección donde se encontraba.

Tras ubicar el automóvil, Cabrera cumplió con su cometido. En papeles oficiales se destaca que el mexicano se reuniría con las autoridades rusas en abril o mayo de ese mismo año para entregar el resultado de su investigación. Sin embargo, la inteligencia estadounidense ya lo seguía con cautela.

Tras su detención por parte del Departamento de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP), el científico confesó su trabajo como espía. En su celular también se encontró una fotografía de la placa de un vehículo oficial en la carpeta de documentos eliminados recientemente.

¿Qué pasará con Héctor Cabrera Fuentes?

Esta semana, tras dos años en prisión, Héctor Cabrera Fuentes se declaró culpable de espiar al gobierno de Estados Unidos para Rusia. Su pena podría superar los 10 años, aunque los fiscales a cargo del caso solo recomendarán que cumpla de 4 a 6.

Mientras tanto, en México las personas reciben con shock toda la información. Lo que parecía ser una historia digna de contar ha pasado a ser un cotilleo público; los datos y motivaciones del mexicano comienzan a ser especulados, lo mismo con su infame vida privada. Incluso hay quienes afirman que está siendo incriminado por algún ‘descubrimiento’ hecho en su área de trabajo.

A la espera de la audiencia en la que implementarán su pena (y con el mundo en el borde de una guerra), el caso del ‘espía ruso mexicano’ ha cobrado especial atención. “Es sumamente delicado y hay que llegar hasta el fondo del asunto, porque eso es, potencialmente, una agresión o una vigilancia agresiva en contra de un oficial nuestro“, dijo un experto en Seguridad Nacional a Voice of America. “Este tipo de cosas pueden tener repercusiones mucho más mayores”.

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