Una mujer estadounidense murió demandando a Johnson & Johnson por vender talco cancerígeno para bebés, ya que había afectado a sus ovarios.
Despertarse. Salir de la cama. Pararse al baño. Salir de una ducha caliente. Y luego, ponerse encima una larga lista de productos en el cuerpo: perfume, jabones para el rostro, productos de cuidado personal. Años después, caer en la cuenta que los ovarios están fallando. Fallecer poco tiempo después. Así fue el caso de una consumidora de Johnson & Johnson en Estados Unidos, que atribuyó un cáncer terminal al consumo de talco cancerígeno.
Una demanda multimillonaria
Después de años de usarlo todos los días, una mujer falleció de cáncer en los ovarios. Mientras le alcanzó la vida, demandó a la empresa trasnacional por no informar adecuadamente a sus consumidores de que sus productos podrían causar enfermedades crónicas. Ella había sido víctima de ello.
El caso llevó a Johnson & Johnson a una corte en el estado de Missouri, Estados Unidos en 2016. La empresa tuvo que pagar 72 millones de dólares, según informa la AARP, ya que su talco para bebés había afectado gravemente la zona genital de la mujer tras muchos años de uso.
¿Realmente hay talco cancerígeno?
La oleada de casos recientes contra Johnson & Johnson da nueva luz sobre este fenómeno: presuntamente, la empresa ha vendido talco cancerígeno en los anaqueles dedicados para infancia temprana. Resulta ser que el asbesto, el mineral que constituye al producto —compuesto por magnesio, sílice, oxígeno e hidrógeno— puede ser tóxico a la larga.
El asbesto se extrae de diversas minas en el mundo, y una vez que es procesado y “purificado”, se mezcla con perfumes y otras sustancias para venderse como producto de belleza. El enfoque, sin embargo, está en el uso para bebés. El punto del talco es que pueda contener la humedad en el cuerpo, al tiempo que deja a la persona con un buen olor.
Después de analizar varios casos, un equipo de científicos en Estados Unidos se dio cuenta de que el producto provocaba una reacción inflamatoria tan rápida y severa en los pulmones, que hacía que sus pleuras se pegaran entre sí, evitando la formación de más líquido.
No se sorprendieron, entonces, de que poco tiempo después, una mujer demandara a la empresa por causar cáncer en los ovarios. Era cuestión de tiempo para que la narrativa mercadológica se desmoronara.
¿Cómo se forma el cáncer?
Después de un tiempo prolongado de exposición a estos químicos, el organismo responde con un proceso inflamatorio a largo plazo. En este caso, el talco alcanzó a los ovarios de la mujer, así como otros órganos internos localizados en su cavidad pélvica.
El uso de talco en la zona genital en niñas y mujeres adultas puede alcanzar la vulva y la vagina. Desde ahí, puede desplazarse al útero y alcanzar las trompas de Falopio, hasta llegar a los ovarios. En se punto, el proceso inflamatorio comienza. A la larga, puede causar cánceres agresivos.
A pesara de que la mujer sí falleció por cáncer, las pruebas todavía no son concluyentes. A pesar de esto, la Agencia Internacional para Investigación del Cáncer ha clasificado al talco aplicado en la zona genital como potencialmente agresiva y causante de la enfermedad.
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