El cantante pelirrojo no solo es uno de los más populares de la actualidad, también es de los más influyentes y reclamados para colaboraciones.
Ya lanzábamos la pregunta en este periódico el pasado fin de semana, cuando conquistó todo un Estadio Olímpico de Barcelona acompañado solo por una guitarra acústica, sin grandes aspavientos escénicos y solo apoyado en sus pequeñas grandes canciones. ¿Cómo se ha hecho Ed Sheeran con el trono de hierro del pop? Estas son algunas de las claves?
La sencillez para conectar
Las letras y la música de Ed Sheeran tienen un elemento básico común: la sencillez. Sus versos, alejados de lo críptico, siempre directos y trasparentes, apelan a sentimientos universales con los que cualquiera podría identificarse. Sus melodías y ritmos siguen la misma estrategia y son extremadamente fáciles de recordar. Además, la superestrella pelirroja utiliza la mayoría de sus canciones para humanizar su personaje mostrando sus vulnerabilidades, dejándose sentir como alguien cercano y sincero. Como él dice: «¿Para qué vas a pretender ser quien no eres, si no hay nadie como tú en un mundo de 7.000 millones de personas?».
Compositor estajanovista
Sheeran ha explicado en varias ocasiones que el único secreto de su éxito es la composición a destajo. En cuanto supo que quería ser cantante, se sometió a un régimen de trabajo estajanovista en el que escribía hasta cinco canciones diarias, como disciplina ineludible. «Tarde o temprano, empiezas a dar con unas cuantas que funcionan», aseguró en una entrevista, en la que también aseveró que cree mucho más «en el curro que en el talento». Cuando empezó a hacerse famoso dio todos los conciertos que pudo, «hasta seis en un día», y así es como se forjó el artista que hoy arrasa en todo el mundo.
Maestro de los contactos y las redes sociales
Para Sheeran, los cuatro pilares del músico actual son «la composición, el ensayo, la actuación... y el networking». Eso le ha permitido colaborar con gran parte de los artistas de moda, e incluso participar en fenómenos fan de la tele como Juego de Tronos. Además, como cualquier estrella del pop actual, Ed Sheeran entiende muy bien el funcionamiento de las redes sociales y su influencia en la industria discográfica. Sus perfiles están siempre llenos de activididad (excepto el de Twitter, que dejó en 2017 precisamente tras la polémica por su cameo en Juego de Tronos) y muestran el lado más personal del artista, porque como él mismo explica, «ahora hay mucha gente que no compra tus discos ni va a tus conciertos porque le gusta tu música, sino porque le gusta cómo eres tú como persona, porque han podido conocerte poco a poco a través de las redes».
Copiar a los mejores
Eso es algo que siempre han hecho los mejores artistas, así que no debería indignar a nadie que se diga que Sheeran es un copión. Él mismo ha confesado que en su crecimiento como intérprete, se tragaba docenas de DVD de actuaciones de grupos como Coldplay o U2 para anotar gestos, poses y todo tipo de trucos para enfervorizar a las masas y usarlos él mismo en los estadios que ahora llena por todo el planeta. Eso sí: en su caso, con sutileza y desde la sobriedad escénica.
Sorprender con la diferencia
Sheeran cree que otra clave del éxito es la diferencia. «Cuando alguien escucha una canción o ve un vídeo tuyo, sólo querrá compartirlo con otras diez personas si ve algo diferente». Muchos se preguntan cómo es posible que un chico no muy guapo que canta con una guitarra, esté teniendo éxito en la era de la electrónica y la imagen... pues ahí está la diferencia. A partir de ahí, Sheeran se las apaña para seguir marcando diferencias consigo mismo, sumergiéndose en estilos de música diferentes, bailando en algunos videoclips, etc. «Todo lo que sorprende se comparte», asegura el joven pop-star. Y sus cifras dicen que no está nada equivocado.
ABC.
