Sabemos que las personas expuestas a demasiada contaminación del aire tiene un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares o síntomas respiratorios, como tos persistente, dificultad para respirar, opresión y dolor en el pecho. Pero ¿qué pasa con nuestras mascotas?
La Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Autónoma de México (UNAM) nos comparte algunos consejos para que nuestras mascotas no sufran durante estos días de contingencia ambiental en la Ciudad de México y área metropolitana.
¿Nuestras mascotas enfrentan los mismos riesgos?
Varios científicos han comenzando a explorar los efectos negativos de la contaminación del aire en las mascotas. La mayoría está de acuerdo en que cuando la calidad del aire es mala para los humanos, también lo es para las mascotas.
Estudios recientes
Algunos estudios muestran que las mascotas que viven con fumadores pueden enfrentar mayores riesgos que sus dueños, debido a la considerable cantidad de tiempo que pasan en ese ambiente. Un estudio encontró que los gatos que estaban expuestos al humo pasivo en los hogares tenían un funcionamiento pulmonar reducido en comparación con aquellos que vive en hogares libres de humo.
Los científicos también han vinculado las actividades humanas en interiores (productos de limpieza, fumar, etc.) con carcinógenos que pueden causar mesotelioma, vejiga, pulmón y cáncer nasal en perros.
Las mascotas también se ven perjudicadas por la contaminación del aire exterior. Un grupo de científicos realizó un estudio donde examinaron los cerebros de varios perros que han estado expuestos a ciertos momentos de fuerte contaminación del aire de la Ciudad de México, los compararon con los cerebros de caninos de ciudades menos contaminadas.
El informe publicado afirma que «los cerebros de los perros de la Ciudad de México mostraron una mayor inflamación y patología, incluidas las placas amiloides y los enredos neurofibrilares, grupos de proteínas que sirven como un marcador primario para la enfermedad de Alzheimer en los seres humanos».
¿Qué puedo hacer para reducir el daño de la contingencia ambiental a mi mascota?
- Evita que tus mascotas estén en exteriores. Si necesitan hacer sus necesidades, trata de que sea lo más rápido posible.
- Protege sus bebederos y platos de comida para que no estén expuestos a los contaminantes que hay en el aire.
- Se recomienda no realizar actividad física o sacarlos a pasear. La larga exposición al aire puede causarles resequedad en los ojos o alguna enfermedad respiratoria.
- Aspira con frecuencia la casa para eliminar el pelo de las mascotas y otros contaminantes del aire interior.
- Evite fumar en lugares cerrados.
Si notas cualquier irritación o señal de incomodidad de tu mascota, no dejes de acudir con el médico veterinario. Las acciones simples pueden ayudarlo a reducir la exposición a la contingencia ambiental.
Muy Interesante.
