Por: Cortesía

Cómo ayudar a un ser querido con trastornos mentales durante la pandemia

A veces, echarle ganas no es la alternativa para lidiar con los trastornos mentales que la pandemia ha dejado en millones de personas.

Desde hace más de un año, medios de educación y el sector salud se han enfocado en las afecciones de COVID-19. Sin embargo, se han visibilizado muy poco las consecuencias psicológicas y mentales que la pandemia y los encierros obligatorios han traído sobre las personas. Desde casa, parece que se puede hacer muy poco. La realidad es otra: hay alternativas para tratar trastornos mentales de nuestros seres queridos.

Saber diferenciar entre un consejo y un espacio para escuchar

Hay veces que la gente sólo quiere desahogarse. Interrumpir a nuestros seres queridos en un momento que necesitan expresar sus sentimientos limita la conexión que podría establecerse con ellos, de acuerdo con el Dr. Francisco Díaz, quien ha seguido diversos casos de salud mental relativa a COVID-19 durante el último año.

Como especialista de la UNAM que da consultas en la plataforma Doctoralia, Díaz asegura que es recomendable aprender la diferencia entre ofrecer un espacio de escucha y la oportunidad de dar un consejo. Según el experto, lo mejor siempre es preguntarle directamente a la persona afectada qué necesita: ¿un consejo, o sencillamente que lo escuchemos? Respetar la respuesta es clave para que podamos ayudarle a sentirse mejor.

Incitarle a hacer ejercicio

Para quienes viven o comparten espacios íntimos con los afectados, el experto recomienda que inviten a su ser querido a adoptar una rutina de ejercicio. No es necesario que sea intenso. Por el contrario: el cuerpo reacciona produciendo dopamina cuando se mueve. Salir a caminar, en este sentido, es suficiente. El punto es convertirlo en un hábito agradable que la persona pueda integrar a su cotidianidad.

Ayudarle a reconocer sus pequeñas victorias

Díaz acompaña a diversos pacientes que, incluso después de superar la infección por COVID-19, presentan trastornos mentales. Después de un episodio de confusión, ansiedad y constante alerta, las personas tienden a deprimirse y a sentir una culpa profunda por haberse enfermado.

Tras un periodo de intensidad emocional tan fuerte, aprender a reconocer las pequeñas victorias es importante. Todo cuenta: desde levantarse temprano a trabajar hasta aprender a cocinar algo nuevo. Cualquier cosa que aporte algo productivo a la rutina de la persona es motivo de celebración en momentos en los que el panorama se vuelve difuso, cansado y poco esperanzador.

Romper con su rutina de agotamiento

No siempre es posible acceder a un profesional cuando el camino se pone tormentoso. Por esta razón, romper con las rutinas de agotamiento que las personas adoptan es fundamental para mitigar los efectos de los trastornos mentales, señala Díaz.

En lugar de caer en un círculo vicioso de trabajo-descanso que se repite en bucle, el experto sugiere invitar a la persona a salir. Tomando en cuenta las medidas sanitarias recomendadas, es posible ir a correr, reunirse y retomar progresivamente la normalidad. Así, la persona no se envicia en su propio entorno, sino que puede tener un respiro.

Reiterarle que formamos parte de su red de apoyo

Díaz remarca la importancia de evitar la frase “échale ganas”. Esto no sólo desvaloriza los sentimientos de las personas, sino que deja de lado su experiencia de dolor y angustia por la pandemia. Cuando una persona está débil emocionalmente, por tanto, es importante que sepa con quiénes realmente puede contar.

A pesar de que existen servicios gratuitos para atender la salud mental, que una persona sepa que tiene una red de apoyo emocional es fundamental para que pueda sentirse mejor. Cuando acercarse a un profesional no es opción, saber que hay gente que nos quiere y está ahí para nosotros aclara el panorama que, a veces, no nos deja ver del otro lado de la tormenta.

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