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BUAP inaugura Segunda Feria para el Fomento de la Lectura y Escritura

Puebla, Pue. Con la participación del escritor mexicano, Enrique Serna, la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) y la Facultad de Filosofía y Letras (FFL) inauguró en el Salón Barroco del Edifico Carolino, la Segunda Feria para el Fomento de la Lectura y Escritura FFyLess; el cual constará de un total de 35 actividades, entre conferencias, talleres, stands y dinámicas que se llevarán a cabo durante tres días.

En su mensaje de inauguración, Ángel Xolocotzi Yáñez, director de la Facultad de Filosofía y Letras, agradeció al Instituto Municipal de Arte y Cultura (IMACP) por colaborar en la segunda edición; así como a María de Lourdes García Argüello, responsable de la FFyLess, a estudiantes y académicos que participan en la organización del evento.      

Por su parte, Enrique Serna, durante su conferencia magistral “Los libros que me cambiaron la vida”, expuso que en la actualidad falta una preparación para leer a los clásicos. Puso como ejemplo la novela de El Quijote de la Mancha, del escritor español, Miguel de Cervantes.

“Hace falta una preparación previa para leer a los clásicos de la literatura universal, es decir, si yo quiero leer El Quijote, tengo que aprender primero como era la historia de España en tiempos de la dinástica de los Austrias y hacer un curso propedéutico para que después pueda entrar en esa lectura”, mencionó.

En ese sentido, acotó que existen fuerzas que conspiran contra el fomento de la lectura. Afirmó que una de ellas es la mercadotecnia del espectáculo, la cual necesita que el público tenga gustos predecibles con la finalidad de hacer estrategias de manipulación.

“La mercadotecnia del espectáculo necesita que el público tenga gustos predecibles para poder hacer mejores estrategias de manipulación”, mencionó.

Por otra parte, consideró que “los libros no son un vestido, sino un alimento, los libros no se leen se viven”, pues aseguró que los libros pueden cambiar o transformar la manera de ver el mundo de un persona; así como provocar sacudimientos que hacen que vaya evolucionando.     

“El objetivo de la educación es extraer todo el potencial de un ser humano, pero un ser humano no puede conocer ese potencial si previamente no ha cultivado su espíritu”, apuntó.

 

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