Por: Cortesía

Así funciona el reloj astronómico de Praga que lleva 611 años midiendo el paso del sol y la luna

Después de seis siglos de operación incansable, el reloj astronómico de Praga sigue recordando a los observadores el destino que les espera.

Jan Ruze estuvo encargado de diseñar el mecanismo más acertado para marcar el paso del tiempo. Como un ávido observador de la bóveda celeste en el siglo XV, decidió que tendría que incluir el camino de los astros en su análisis. No sólo eso: tendría que ostentar un diseño elegante e imperial, que empatara con el gusto gótico de la capital recién fundada. Al interior de la Ciudad Vieja de Praga, en 1410 se puso en marcha el primer reloj astronómico monumental de Europa.

611 años de marcar la hora

El mecanismo está basado en un sistema analógico. Esto quiere decir que funciona como un astrolabio gigantesco, construido en tres partes diferentes. En total, el diseño está pensado para que el reloj astronómico pueda marcar la hora en 5 momentos del tiempo diferentes, pero simultáneos. Están descritos como sigue:

  1. El disco astronómico, que marca el paso del Sol y la Luna por el cielo (así como otros detalles de la bóveda celeste).
  2. ‘El paso de los Apóstoles‘, que hace referencia a una serie de estatuas de los discípulos de Jesús que describen una vuelta completa frente a la cara del reloj con cada cambio de hora.
  3. El medallón del Zodiaco: que representa, con cada signo, el paso de los meses a lo largo del año.

Desde que Ruze lo puso en operación en 1410, el reloj astronómico de Praga nunca ha dejado de funcionar. Con el paso de los siglos, se ha convertido en uno de los iconos de la Ciudad Vieja. Al punto que, según la tradición oral local, si el mecanismo fallara, se cree que una catástrofe irreversible e inexorable —como el Tiempo— azotaría la capital de la República Checa.

Así en la Tierra como en el cielo

Ruze acertó en incluir a la Muerte como el último de los discípulos de Jesús. No sólo porque añade un toque gótico que acompaña al halo medieval de Praga, sino porque le recuerda a los observadores incautos que todos tenemos un mismo destino. La sincronía de los tres discos representa, a su vez, el equilibrio del Universo.

Visto de otra manera, es una manera de decir que todo lo que sucede a nivel cósmico repercute en el accionar humano de todos los días. Éste es un principio alquímico, que estaba en boga entre las logias masónicas de la Edad Media. En ese tiempo, se mantenían como secretos de Estado. Sin embargo, la ciudad está repleta de estos simbolismos de las artes oscuras.

Más allá de la metáfora, el reloj astronómico de Praga sigue cumpliendo su función pragmática original. El disco estacionario del centro da sentido a los dos medallones móviles, que funcionan de manera independientemente. A la par, cuenta con tres agujas, que señalizan cada uno de los mecanismos que lo componen.

MUY INTERESANTE. 

 

Temas relacionados: