Comer bien es la base de nuestro bienestar físico, mental y emocional. Sabemos que una dieta balanceada se compone de carbohidratos, proteínas, grasas, vitaminas y minerales, sin embargo, no podemos olvidarnos de los antioxidantes, algo de lo que seguramente todos hemos escuchado hablar sin que esto implique, necesariamente, saber a ciencia cierta de qué se trata.
Primero, hablemos de los radicales libres: moléculas inestables que han perdido uno o varios electrones y que son altamente reactivas. Su misión es buscar el electrón o electrones que faltan en otras moléculas para obtener su estabilidad, de ahí deriva una reacción en cadena que daña a muchas células y, finalmente, ocasiona su muerte.
Es entonces cuando entran en juego los antioxidantes, que aunque no pueden combatir el efecto de los radicales libres, sí lo contrarrestan. Por eso, una alimentación que los incluya es de gran provecho para la salud.
Beneficios de los antioxidantes
El proceso de oxidación celular está asociado con el envejecimiento, y la aparición de los radicales libres se ha relacionado con enfermedades como el Parkinson, el Alzheimer, la diabetes, patologías cardiovasculares y complicaciones reumáticas. Incluir alimentos antioxidantes en tu dieta diaria te ayudará a neutralizar estas moléculas y prevenir dichas enfermedades.
Tipos de antioxidantes
Existen dos tipos de antioxidantes: los endógenos y los exógenos. Los primeros son fabricados por las células y los segundos son aquellos que ingresan al organismo a través de la dieta diaria o de suplementos.
Estos son los grupos con mayores concentraciones de antioxidantes:
Vitamina E
Engloba dos compuestos moleculares: los tocoferoles y los tocotrienoles. Además, incluye grupos de hidróxidos y esta característica química es la que proporciona su efecto antioxidante, donando átomos de oxígeno o neutralizando los radicales libres y las especies reactivas.
La vitamina E es esencial para los seres humanos, ya que su déficit puede generar mala absorción de grasas y algunas enfermedades crónicas del hígado.
Vitamina C
Es un antioxidante hidrosoluble que actúa potenciando el efecto de otros antioxidantes. No está sintetizado por el organismo, por lo que se precisa que esté incluido en la dieta y se cataloga como un nutriente esencial en la misma medida que los ácidos omega–3.
La vitamina C protege la estructura de proteínas, lípidos e hidratos de carbono, y sobre todo, preserva del estrés oxidativo a los ácidos nucleicos que conforman el ADN y el ARN.
Polifenoles
Los alimentos incluidos en este grupo se caracterizan por una estructura química con grupos de hidróxido, esto les confiere propiedades antioxidantes, ya que pueden ceder un átomo de hidrógeno o donar un electrón a un radical libre para neutralizarlo.
Adicionalmente, se ha demostrado que los polifenoles contienen propiedades antiinflamatorias, antibacterianas y antiagregante plaquetario, potenciando el sistema inmunológico.
Beta-carotenos
Son pigmentos que pertenecen al grupo de los carotenoides, responsables de los tonos amarillos, anaranjados y rojos presentes en muchos alimentos. Además, los beta-carotenos son fuente esencial de vitamina A, ya que se transforman en ella cuando el cuerpo lo necesita.
Sus propiedades antioxidantes se deben a su capacidad para facilitar la comunicación entre células colindantes mediante la síntesis de proteínas y el intercambio de moléculas.
Coenzima Q10
Es un antioxidante utilizado por todas las células del cuerpo a modo de alimento para prevenir la acumulación de ácidos grasos en el corazón, cargarse de energía o reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Es un potente antioxidante liposoluble que procede de la dieta y se encuentra en todas las membranas celulares, principalmente en la mitocondria, donde participa en la cadena de respiración aeróbica.
Ejemplos de alimentos antioxidantes
- El brócoli posee un gran contenido de vitaminas A, C, E y minerales como el zinc y el potasio.
- El té verde destaca por su alto contenido en polifenoles.
- Las naranjas poseen una alta concentración de vitamina C.
- Los tomates tienen un alto contenido de vitaminas C y E; asimismo, la abundancia de licopeno hace de este alimento una importante fuente de antioxidantes.
- La canela es rica en polifenoles como las procianidinas, los taninos, la cumarina, el ácido dinámico, entre otros.
- El ajo contiene antioxidantes como la alina y la quercetina, por lo que es un excelente antiinflamatorio y ayuda a mantener a raya el colesterol.
Muy Interesante.
