6 síntomas de la falta de vitaminas que pueden leerse en el rostro

 Mejor con Salud.- Si tienes acné puede ser por falta de vitamina A. Descubre las consecuencias del déficit de vitaminas y cómo obtener estos nutrientes mediante la dieta diaria.

La falta de vitaminas origina una serie de problemas que suelen acuciarse siempre a principios de un cambio de estación. Sin vitaminas nos sentimos más cansados y apáticos; todo ello hace que los virus puedan afectarnos con mayor facilidad.

1. Piel pálida
Conocer tu piel para no lastimarla

Durante el invierno pocas personas pueden lucir bronceadas, pero lo cierto es que si tenemos una piel muy pálida, mucho más de lo habitual en nosotros, este síntoma puede suponer una falta de vitamina B12.

Esto lo notarás rápidamente porque sin ella te sentirás deprimido y cansado. Para compensar esta falta es fundamental consumir más carne y marisco.

Si ves que en lugar de pálidez lo que tienes es la piel seca, entonces esto es un signo de falta de vitaminas A y C. En el caso de la vitamina A, es muy importante a la hora de preservar la salud de la piel, especialmente tras la exposición de la dermis al sol.

Por lo que respecta a la vitamina C, es fundamental para la síntesis del colágeno. El colágeno es empleado por el organismo para fabricar nuevos cabellos, regenerar la piel, hacer crecer a las uñas y a los tejidos conectivos, también fortalece el sistema inmune.

Para poder obtener estas sustancias, es recomendable consumir col rizada, pimientos (variedades particularmente rojas, anaranjadas y amarillas), repollo, zanahorias, lechuga romana, espinaca, albaricoques, pomelos, naranjas, ciruelas, entre otros alimentos.

2. Cabello seco
Si tenemos el cabello seco, frágil y con caspa, puede ser una señal de falta de biotina, también conocida como vitamina B7.

Esto es frecuente tras una temporada en la que hemos consumido antibióticos. Para aumentar el nivel de vitamina B7 necesitas comer con más frecuencia carne, pescado, verduras, frutas, setas y legumbres.

Si en lugar de un cabello seco tenemos un cabello casposo, esto también puede ser una clara señal de alarma. La caspa se produce por una falta de vitaminas B2 y B6. También por deficiencia de minerales esenciales como el zinc o el magnesio.

La caspa se puede producir, entre otros motivos, por carencias nutricionales. Para evitar que esto suceda tendrás que incorporar a tu dieta alimentos como el chocolate negro, el maní, las zanahorias, los huevos, el salvado, las nueces, el pescado y los frijoles, entre otros.

3. Ojos hinchados

Si tienes hinchazón en los ojos y en las extremidades, puede que tu cuerpo carezca de yodo. Para resolver esto intenta añadir un poco de más sal yodada en las comidas.

Debes tener en cuenta que el yodo también se encuentra en los mariscos, en los productos lácteos e incluso en el pan.

Si tus ojos presentan sensibilidad a la luz, puede ser por falta de vitamina A y vitamina B2, entre otras razones. No obstante, si tienes problemas relacionados con los ojos y la visión lo mejor será que consultes con tu médico. Sólo así conseguirás salir de dudas y asegurarte que no tienes ningún problema de otro tipo.

4. Labios pálidos
Los labios pálidos suelen ser un síntoma de falta de hierro. Esto podrás comprobarlo si observas que te resfrías de manera frecuente y si tienes la tensión baja.

Para compensar la falta de hierro debes comer una mayor cantidad de carne roja y evitar temporalmente los productos con un alto contenido en calcio porque impiden la absorción del hierro.

5. Sangrado en las encías
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Si observas un sangrado en las encías puede ser que tengas falta de vitamina C. Si nos falta esta vitamina podemos acabar teniendo un sistema inmune debilitado.

Todo esto nos provocará dolor en los músculos y huesos, además de problemas con los dientes. La vitamina C está presente en grandes cantidades en los cítricas y en los pimientos rojos.

6. Acné
El acné puede ser un claro síntoma de la falta de vitaminas. En concreto de la falta de vitamina A, que la podemos encontrar en alimentos como los pescados, el hígado, las yemas de huevo, la manteca y vegetales verdes y amarillos.

Por otro lado, la vitamina E se encuentra en el germen de trigo, el hígado, las semillas de aceite de oliva y vegetales de hojas como la espinaca y coliflor.