Alejandra Matiz asegura que su padre la llevó por los caminos del arte

Notimex. Leo Matiz (1917-1998) fue un padre severo, pero a la vez muy dulce y sensible, que como artista que nos llevaba por los caminos del arte, expresó Alejandra Matiz, hija del fotógrafo de origen colombiano. En entrevista con Notimex, con motivo de la conferencia “Un hombre, un artista y un padre: Leo Matiz” en el Antiguo Colegio de San Ildefonso, que forma parte de las actividades en torno a la muestra “Leo Matiz.

El Muralista de la lente a cien años de su nacimiento”, la también restauradora Alejandra Matiz, aseguró que fue un padre fantástico. “Recuerdo en nuestra finca en Colombia, que llegaba la Navidad y había unos ventanales gigantes y nosotros podíamos pintar todo, cuando generalmente dices a los niños no toques, al contrario nosotros plasmábamos nuestra creatividad navideña”, relató. Otra anécdota que recuerda de su padre, es qye cuando tenía 6 meses -le contarón después- Leo Matiz le mandó hacer una silla para montar a caballo, pero era para un burro, donde la amarraban para ir a cabalgar con su papá y él iba en su gran caballo árabe.

“Como la finca la estaban construyendo, el burro entraba a la sala, que recuerde nadie ha tenido un burro en su sala. La vida fue muy dulce con él, pero después me volvió a refinarme y trato de tener los recuerdos más lindos de mi padre”, expresó. Aunque también fue un padre severo, abundó la restauradora Matiz, pues los castigaba y no los dejaba tocar las cámaras fotográficas, porque para él eran unas diosas y “nosotros no podíamos tocar una cámara, era tremendo y no sabía enseñar, no era buen profesor”.

“Pero era un hombre tan culto que sabía de todo, había viajado por el mundo, por lo que tenía una cultura general de cualquier cosa, uno le ponía un tema como de gastronomía y sabía cocinar; era un hombre y un artista genial”, reiteró. Respecto a la obra, legado y el centenario de nacimiento de su padre, la restauradora aseguró que no esperaba que le rindieran estos homenajes a él, tanto en San Ildefonso como en el Palacio de Bellas Artes, “pienso que mi papá donde este va a estar muy feliz que los mexicanos lo han querido y lo han reconocido”.

Agregó que su padre siempre quiso que su acervo se quedara en México “para mí es un gran honor y una misión de vida que creo que estoy cumpliendo”. Visitar la muestra en un recinto cultural como San Ildefonso, agregó Matiz, es una maravilla, algo especial, que cuando uno las ve en cajas y guardadas en la fundación, y verlas expuestas aquí con unas curadurías maravillosas, “te llenan de orgullo, por haber tenido a un gran padre”.

La exposición “Leo Matiz. El muralista de la lente. A cien años de su nacimiento”, se exhibir en el Antiguo Colegio de San Ildefonso, del 15 de junio al 17 de septiembre.