Los amores más locos de la historia

Written by Reportajes. Posted in Minuto a Minuto, Reportajes

Published on febrero 12, 2016 with No Comments

enamorados_0Muy Interesante.- Enamorarse febrilmente supone casi siempre volverse bastante loco. Podría decirse que casi todos los más conocidos han sido, en realidad, bastante desquiciados, porque raro es que no haya habido en ellos episodios disparatados. Así ocurrió en el caso de Marco Antonio y Cleopatra, Abelardo y Eloísa, Napoleón y Josefina…

Elizabeth Taylor y Richard Burton, intensos, ebrios y glamurosos, protagonizaron uno de ellos. Rodeado de rendidas admiradoras, Richard recitaba a Shakespeare con su exquisito acento británico en una fiesta en Bel Air cuando, al otro lado de la piscina, vio a Liz impresionantemente bella, que lo miró con curiosidad y luego lo ignoró.

Era 1953, y el actor galés de veintiocho años acababa de llegar a Hollywood. Casados ambos por entonces, habrían de pasar nueve años para que el fuego de su sentimiento y temperamento prendiese mientras rodaban una película que preconizaba la idiosincrasia de su amor: Cleopatra. Dicen que ella quedó de verdad prendada cuando le ayudó a él a sostener el vaso que se le caía de las manos de tan borracho que estaba.

Ahí comenzó esa atracción-protección que ascendió a todos los cielos del glamur. Un escenario de luces y excesos que su relación pareció siempre precisar y que se vería proyectado en casi todas las películas que hicieron juntos. Rodeados de un séquito de sirvientes, joyas carísimas, sonadas parties, mansiones de extravagante lujo y alcohol a mansalva, vivieron su romance entre ardiente sexo, amor desorbitado y tremendas trifulcas; ajenos a los escandalizados titulares de la prensa, los reproches del Congreso norteamericano, las acusaciones del Vaticano y el morboso interés de fans de todo el mundo…

No Comments

Comments for Los amores más locos de la historia are now closed.