Lily Pons, una diva de la ópera, a 40 años de la muerte

Notimex. Su capacidad vocal, habilidad musical y la emotividad con la que interpretaba convirtieron a Lily Pons en una de las cantantes de ópera más glamorosas del siglo XX, por lo que es recordada a 40 años de su fallecimiento, ocurrido el 13 de febrero de 1976.

De descendencia francesa e italiana, Alice Joséphine Pons nació el 12 de abril de 1898 en Francia, y desde muy temprana edad manifestó interés por la música, poco después de comenzar sus lecciones de piano, ingresó a los 13 años al Conservatorio de París.

De acuerdo con el portal allmusic.com, cuando Alberto di Gorostiaga la escuchó cantar, la persuadió de que el canto era su verdadero talento y Lily comenzó a estudiar con él para debutar en un concierto en la ópera de Mullhouse bajo el pseudónimo de Lily Pons.

Después de haber captado la atención del tenor italiano Giovanni Zenatello (1876-1946) y su esposa Maria Gay (1879-1943), Pons logró una audición para la Metropolitan Opera en Nueva York.

En 1931 debutó en Estados Unidos con “Lucia di Lammermoor”, de Gaetano Donizetti (1797-1848) iniciando así una exitosa y larga carrera que le daría fama mundial.

Su tinte de soprano y su dramática actuación fueron ampliamente reconocidos por la crítica, su belleza y diminuta figura se afianzaron en el gusto del público.

La Metropolitan Opera en Nueva York fue su casa por más de tres décadas, pues cantaba como soprano principal; se dice que fue la única cantante en 50 años en alcanzar el F alto que Léo Delibes (1836-1891) escribió para “Bell Song” de la ópera “Lakmé”, según datos de la la Enciclopedia Británica.

La carrera de Lily Pons se forjó alrededor de un repertorio que iba acorde con su estilo y personalidad, con el que viajó por el mundo en recintos como el Royal Convent Garden de Londres, el Lyric Opera en Chicago, la ópera de San Francisco y el Teatro Colón de Buenos Aires.

La cantante se inmortalizó por sus roles como Lucia di Lammemrmoor, Gilda en “Rigoletto”, de Guiseppe Verdi (1813-1901), Rosina en “El Barbero de Sevilla”, de Gioachino Rossini (1792-1868) y Marina en “La Fille du Régiment”, de Gaetano Donizetti, en las que lucía hermosos vestidos y trajes de alta costura confeccionados solo para ella por los mejores diseñadores de su época.

Su imagen de “prima donna” fue llevada a la pantalla grande en diversas producciones de Hollywood, entre ellas, “I Dream Too Much” (1935), “That Girl from Paris” (1936), and “Hitting a New High” (1937).

En 1938, año en que contrajo matrimonio con el director de orquesta André Kostelanetz (1901-1980), fue galardonada con la Legión de Honor en Francia.

Su matrimonio solo duró dos décadas, y dos años después Pons anunció su retiro en una gala del Met, sin embargo, estuvo formalmente fuera de los escenarios hasta 1964.

Su última aparición en público fue en mayo de 1972 en el concierto de Promenade de la Orquesta Filarmónica de Nueva York, dirigida por Kostelanetz.

Lily Pons es considerada una de las cantantes más importantes en el mundo de la ópera, si bien su registro soprano era alto y claro y su técnica impecable, fue su natural encanto dramático lo que la hicieron favorita del público por mucho tiempo. Murió el 13 de febrero de 1976, en Dallas, Texas.