VOLUNTAD SOBRE PALABRAS – México ¿Expuesto?

Por: David Noceda.

Contacto: david.noceda@hotmail.com 

En días pasados sorprendió la reinauguración del estadio de fútbol del Puebla, no sólo por los cambios en la infraestructura ni por el hecho de que ahora lleve por nombre Multiva en vez de Cuauhtémoc. Lo que verdaderamente sorprendió para los que analizamos el acontecimiento, es que México no cuenta con los niveles necesarios de seguridad en los eventos multitudinarios.

A la entrada del estadio, eran contados los elementos de vigilancia encargados de revisar a los asistentes y tal como sucede en casi todo el país, “a las mujeres no se les toca”, en menos de diez minutos pudimos observar a una extensa variedad de féminas superar los puntos de revisión sin ningún problema. Esto no quiere decir que Puebla escasee de policías eficientes, puesto que he vivido experiencias similares en el estadio Azteca e incluso en eventos musicales, más bien es un referente de que a los mexicanos nos parece lejana la idea de un ataque terrorista.

En los últimos años he asistido a mítines políticos de Margarita Zavala, López Obrador, Peña Nieto y múltiples funcionarios públicos, sin encontrar un solo rastro de inspección que garantice la seguridad de los asistentes. En la mayor parte de los eventos políticos que se realizan en nuestro país, los puntos de verificación o registro de bolsas y mochilas no existen ni se contemplan, pese a que vivimos una de las épocas más radicales no sólo con el Islam sino el narcotráfico.

De los ataques de Morelia nadie se acuerda, los policías no cuentan con la capacitación requerida para enfrentar una situación así y todo apunta a que el presidente dejará en las mismas o peores condiciones el contexto social. Los políticos mexicanos creen el absurdo de que los terroristas son parte de Europa y Estados Unidos y que acá sólo ocurren los homicidios por mera venganza.

Son quince años sin soluciones o estrategias de seguridad, tres sexenios de confrontaciones entre cárteles y líderes de partidos, cosas que han favorecido exponencialmente a la creación de un Estado débil e indefenso frente ataques del extranjero. Han sido más de dos ocasiones en que se detienen a musulmanes en la frontera sur tratando de ingresar a México, pero mientras eso sucede nosotros seguimos negando la posibilidad de los hechos.

No porque el Estado Islámico declare que atacará Bélgica, Canadá o Washington significa que los países latinoamericanos estén a salvo. Tenemos que reforzar la seguridad y los sistemas de vigilancia, no sólo utilizarlos como armas de espionaje entre partidos políticos. Es increíble que nuestra política haga las cosas a la inversa y termine colocando las piezas de forma contraria, sin preocuparse por las futuras consecuencias que recaerán sobre la sociedad civil.

Me mantiene intrigado la participación de la SEGOB en la investigación contra los líderes de ISIS tras los ataques en París, ya que el Estado mexicano ni siquiera puede ofrecerle la seguridad a sus ciudadanos y ahora se ha comprometido con las potencias mundiales a participar de forma colaborativa, algo que me parece una verdadera contradicción.

Mientras una sola persona como un servidor siga notando lo indefensos que estamos al asistir a un evento público, estaremos al margen de cualquier amenaza, es por eso que deberíamos replantear lo que ahora tenemos.