VOLUNTAD SOBRE PALABRAS – Diálogos sobre el terrorismo

Por: David Noceda.

Contacto: david.noceda@hotmail.com 

Después de los ataques terroristas el viernes pasado en París, la incógnita de quiénes son estos grupos islámicos extremistas se asentó nuevamente entre la población mundial. Todo apunta a que ni los centros de inteligencia pueden detener su crecimiento y proliferación mediante la fuerza, ya que estas células criminales obedecen a intereses mayores que sólo la religión.

Mantener esa idea de que el terrorismo se hace en nombre de Dios y no de organizaciones trasnacionales puede generar graves repercusiones al mundo de Occidente tal y como lo conocemos. Desde el 2001 a la fecha, son sólo pocos los periodistas e investigadores que se han atrevido a elaborar teorías sobre el verdadero anhelo de  ISIS o Al Qaeda.

En dichas teorías que no rebasan una nota ordinaria de algún periódico o uno que otro libro como Mafia Export (2010), se ha iniciado el debate de si los ataques terroristas ocurridos en Estados Unidos, España, Londres y ahora París son un indicativo del poder y los vínculos establecidos entre el Islam y las Mafias que siguen manipulando la economía del mundo como la italiana o la rusa.

Podría parecer un absurdo, pero en los últimos años estas afirmaciones han tomado mayor importancia frente al resurgimiento de más y más extremistas no sólo en Siria. En todo el globo, continúan los misterios sobre la identidad o el destino de los proveedores de armamento y tecnología militar a los terroristas.

Desde la caída del mito de Occidente con el triste desenlace del 11 de Septiembre, no se ha logrado gran cosa a nivel internacional  por entender lo que sucede en el Norte de África y en Medio Oriente, ni mucho menos con el poderío de las mafias como la Cosa Nostra o la N’drangheta que ya desde el 2010 se habían confirmado sus vínculos con los Zetas y el Cartel de Sinaloa para el tráfico de droga y hasta productos médicos.

Si repensamos el contexto mundial que vivimos actualmente, encontraremos que mientras más ataques terroristas se presenten, mayores serán las consecuencias bélicas para los países donde supuestamente los islamistas radican. Este fin de semana tras lo sucedido en París, Francia decidió bombardear Siria y colocar la leyenda en cada una de sus bombas “From Paris with Love”, lo que en palabras del Papa Francisco es un acto de venganza, no de justicia.

Ese término de venganza, parece cambiar continuamente tras la devastación de Irán, Afganistán, Siria y talvez Egipto por estos conflictos que quizá nunca terminen con un desenlace neutro o caracterizado por los acuerdos. Será muy compleja una reconciliación entre Oriente y Occidente, ya que entre más escarbamos el asunto encontramos intereses económicos y políticos que nada tienen que ver con una lucha religiosa.

Los terroristas ahora han lanzado una amenaza sobre EU, Canadá y Béligica, por lo que no es momento de rezar por París, sino de analizar los hechos y no incorporar a Dios en temas del hombre; temas en los que él es el único responsable de su propia debacle.