Recorrido por tres cenotes que son patrimonio cultural de Mérida

Foto: Guadalupe Salazar

Notimex. La Dirección de Turismo del Ayuntamiento local realizó un recorrido por tres cenotes ubicados en varios puntos de la ciudad, como parte de las actividades municipales para la difusión y conservación del patrimonio cultural.

En un comunicado, la dependencia indicó que se incluyeron los cenotes el Tívoli, en el Instituto Comercial Bancario, en el centro de la ciudad; el de Villa María, en la colonia García Ginerés, y Tulipanes, en el interior del restaurante del mismo nombre, en la colonia Industrial.

El primer punto del recorrido fue el cenote Villa María ubicado en los jardines de una residencia propiedad de las hermanas Misioneras de María Inmaculada, que ocasionalmente recibe a grupos de estudiantes.

El lugar ha sido protegido y cuidado por los diferentes propietarios de la casa donde se ubica y está acondicionado con escaleras, pasamanos y pórtico (estilo neoclásico), además de iluminación interior.

La siguiente parada fue en el cenote Tívoli, una bóveda inundada por un cuerpo de agua cristalino que ha servido durante años para el disfrute de vecinos y visitantes, mismo que ha sido conservado por sus dueños.

Al parecer los propietarios originales del predio donde está el cenote lo bautizaron en honor de una fuente italiana, que con el paso del tiempo se convirtió en un centro escolar y las autoridades decidieron conservarlo en vez de taparlo, como se hizo en muchas casas de la zona, indicó el experto Carlos Augusto Evia Cervantes.

El maestro en Antropología Social por la Universidad Autónoma de Yucatán hizo notar que las paredes de los cenotes visitados son del mismo tipo de piedra, llamado carso, que permite el paso del agua, de manera que ésta se convierte en la “arquitecta” de la cavidad.

El cuerpo de agua del cenote está a una profundidad de seis a siete metros de la superficie normal que habitamos, detalló.

Indicó que aunque las aguas parecen tranquilas, están en constante movimiento y propician la horadación ininterrumpida, lo que ha modificado con el paso de los años la forma e interior del cenote.

El último punto de la visita fue el cenote Tulipanes, donde se ofrecen representaciones de rituales mayas para grupos de turistas que acuden al lugar, el cual ha sido un atractivo turístico por más de 50 años.

El especialista estuvo en compañía de integrantes del Grupo Espeleológico Ajau, con el cual realiza las investigaciones de cavernas y cenotes del municipio.