Contará festival de jazz con el baterista de Stan Getz

Notimex. El Grove Music Festival, fiesta anual viagra jazz que se celebra desde 1998 en Midland, Illinois, muy cerca de la ciudad de Chicago, contará este año con el baterista Victor Lewis, quien tocó durante 11 años con Stan Getz, la leyenda del saxofón nacido el 2 de febrero de 1927, hace 85 años.

Del encuentro musical que iniciará el sábado 4 de febrero en la Chapel Lane Presbyterian Church, el organizador Ed Carney destacó el elenco que participará en el festival, del cual hizo énfasis en Lewis, una “leyenda del jazz (que) tocó con Stan Getz por 11 años”.

Según información publicada la víspera por el espacio electrónico mlive.com, también participará en las sesiones de jazz el Scott Wendholt/Adam Kolker Quartet, además de que estos dos músicos junto con Victor Lewis y Ugonna Okegwo impartirán clínicas del género sincopado a estudiantes de música.

El crítico musical Joachim E. Berendt escribió en su libro “El jazz, de los orígenes a nuestros días”, que Stan Getz era “un virtuoso que puede tocar lo que sea posible con un saxo tenor”.

Concepto que respaldan conocedores del tema, para quien se trata de uno de esos músicos que consiguen un dominio absoluto de su instrumento poniéndolo al servicio de una inspiración creativa, permanentemente renovada y casi sin limites.

Pero también Getz, continúan, es uno de los más originales estilistas de toda la historia del jazz, y que para muchos es considerado uno de los cinco saxofonistas tenores verdaderamente revolucionarios en la historia de esta música.

Con capacidad para producir emotividad sonora, sugerente en las baladas y creativo y espléndido en los tiempos rápidos, su arte estuvo influenciado, por un lado, en la forma de tocar de Charlie “Bird” Parker.

Por otro lado, también siguió las enseñanzas de las maneras relajadas y fluidas del saxofón de Lester Young.

De acuerdo con datos biográficos, la infancia de Getz se desarrolló en el barrio neoyorquino del Bronx, adonde sus padres emigraron desde Filadelfia en 1931, cuando el futuro músico acababa de cumplir cuatro años.

A los 15 debutó como músico profesional en la orquesta de Dick Rogers y durante nueve largos años estuvo sucesivamente en una decena de “big bands” en permanente aprendizaje, entre ellas las de Jack Teagarden, Jimmy Dorsey e incluso la del “rey del swing”, Benny Goodman, con quien grabaría sus primeros solos en disco.

Posteriormente se trasladó a la costa oeste estadounidense, donde logró formar su propio trío, con el que actuó en el “Swing Club” de Hollywood.

En 1947, después de un largo periodo en el que actuó en pequeñas formaciones, el director de orquesta Woody Herman contrató a los tres músicos para su orquesta. Fue así como Getz entró formar parte de una de las mejores bandas de jazz de la historia.

Se trató de una alineación que fue fundamental en el advenimiento del llamado “cool jazz”, especialmente cuando, un año más tarde, en diciembre de 1948, grabó su histórico solo en “Early Autumn”.

De la noche a la mañana, su nombre saltó a la fama internacional, le pusieron el sobrenombre de “The Sound” y decenas de saxofonistas se lanzaron desaforadamente a tratar de imitarlo. Cuando dejó la orquesta de Herman, en 1949, su carrera ya era imparable y se adentró en la década siguiente cubierto de popularidad.

En 1952 fichó, como tantas otras estrellas del jazz, por la banda de Norman Granz, donde recorrió medio mundo con su saxofón. En aquel periodo tuvo sus primeros problemas con la droga, pero consiguió desintoxicarse en Suecia, done permaneció alternando su presencia con otro país donde era venerado: Dinamarca.

Cuando regresó a Estados Unidos comprobó que la estrella de John Coltrane brillaba con luz propia en el escenario musical del jazz y del saxofón tenor, pero no se inmutó.

Su respuesta fue la grabación de una obra maestra con su álbum grabado para Verve en 1961, titulado “Focus”. Pero lo que realmente le devolvió a la primera fila de la actualidad jazzística fue su viraje hacia los ritmos sudamericanos, cuando grabó en 1962 junto al guitarrista Charlie Byrd el disco de bossa nova “Jazz Samba”.

Sin embargo, para los conocedores todavía fue mejor y más logrado el disco grabado el año siguiente con Joao Gilberto, el guitarrista brasileño, y que tituló “Getz/Gilberto”, también para Verve.

No obstante los logros, el saxofonista no se dejó cautivar por los cantos de sirenas, él era, sobre todo, un “jazzman” de los pies a la cabeza y por su grupo de la década de 1960 pasaron futuras grandes generaciones de músicos como Chick Corea o Gary Burton.

Los años 70 y 80 del siglo pasado los pasó grabando infinidad de discos con una calidad alta y sólo interrumpió su trabajo en 1988, cuando le diagnosticaron cáncer de hígado. Murió tres años después, el 6 de junio de 1991.